[anuncio_b30 id=1]
En esta ocasión y sin nada especial para celebrar, solo por puro capricho, nos acercamos de nuevo hasta la zona de la maragatería que tantas alegrías nos ha dado. Fuimos al restaurante La Lechería, situado en la población de Val de San Lorenzo, muy cerca de Astorga.
El restaurante
Por fuera no destaca demasiado, parece una casa mas de tantas que hay en el pueblo, pero nada más entrar nos dimos cuenta de que el sitio está decorado con muy buen gusto, tradicional y moderno a la vez. Os enseño su espectacular interior:
Los platos
Pero vamos a lo que mas importa, su comida. De primero y como viene siendo habitual en nuestras pequeñas escapadas pedimos un plato para compartir: Garbanzos pico pardal al ajillo con gambas. La primera sorpresa fue que, al pedirlo para compartir, nos los trajeron dividido en dos platos, todo un detalle. La segunda sorpresa, por cierto agradable, fue comerlos. Deliciosos, no se puede decir más:
De segundo Candela pidió una carrillera con falso risotto de boletus. Creo que el falso risotto es el mejor risotto que he comido nunca. La carne espectacularmente bien hecha, todo un prodigio de buen gusto, no se le puede poner ningún pero. Probablemente las mejores carrilleras que he probado:
Yo de segundo pedí manitas de cerdo con langostinos. Se que suena un poco rara esta mezcla, pero si os gustan ambas cosas por separado sin duda os gustarán juntas. Como DETALLAZO me trajeron las manitas desmenuzadas y las gambas peladas, ¿que mas se puede pedir? ah si!!! un sabor impresionante… pues también lo tenía. Un plato de categoría:
Para terminar pedimos un postre cada uno, pero no por que tuviéramos hambre, nos podía la gula por probar unos postres totalmente desconocidos y exclusivos para nosotros. Aunque un poco caros, 5€ cada uno, decidimos darnos el lujazo de pedirlos y la elección fue totalmente acertada. Muy ricos y nada pesados, ni siquiera excesivamente dulces, perfectos para nosotros. Por desgracia no recuerdo sus nombres:
[anuncio_b30 id=2]
Como seguramente habréis deducido salimos encantados de este restaurante. Si tuviera que poner algún punto negativo sería que la carta de vinos es un poco cara, yo pedí un «La Planta» por 15 € y era de los más baratos, estaría bien incluir alguno por menos de 10€. Los postres también un poco mas caros de lo habitual, aunque no son lo habitual y les perdonamos. El servicio fue rápido y amable. Como podréis imaginar sólo puedo recomendar este restaurante.