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Hoy voy a hablaros del último restaurante visitado, el Mesón Jabugo. Está situado en la plaza de San Martín, en pleno corazón del Barrio Húmedo (plaza de San Martón, 6). Este restaurante lleva muchos años funcionando, es uno de los clásicos de toda la vida y uno de esos sitios que siempre me llamaron la atención, siempre pensaba que ahí se debía comer muy bien, y la verdad es que no me equivoqué, los dos salimos encantados. Sólo tengo que poner una pega, pasamos un poco de frío en el minúsculo comedor, las ventanas dejaban entrar un poco de aire, y no hacía una noche para ello.
Los platos
Vamos a lo importante y os voy a enseñar lo que cenamos, en esta ocasión decidimos pedir unas raciones, concretamente tres. Un buen detalle fue que la camarera nos advirtió que tres podían ser muchas, pero ya sabéis que somos unos valientes. Otro detalle que nos gustó fue que nos sirvieron una tapa al abrir la botella de vino, en este sitio las tapas son abundantes, de hecho vamos a menudo, os enseño la tapa de morcilla y patatas fritas, podéis saber su tamaño si os fijáis en el resto de las cosas de la mesa:
La primera ración que nos sirvieron fueron las croquetas de cecina, las mejores que hemos probado después de las deliciosas croquetas de La Calea, impresionantes ambas:
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Las croquetas tenían pequeños trozos de cecina en el interior, como debe ser, exquisitas. La segunda ración que nos sirvieron fue la lengua curada, otro plato excelente y realmente abundante. En este caso tengo que matizar que se me hizo un poco pesado por el aliño de aceite que llevaba, pero siendo una ración tan generosa era lo normal, nos advirtieron que podía ser demasiada comida, os enseño el plato, que como se puede apreciar tiene una pinta de lo más apetecible:
Por último nos sirvieron el plato estrella de la noche, unos excelentes gambones a la plancha, decir que estaban espectaculares es quedarse corto, muy corto, quedamos absolutamente encantados con esta riquísima ración de bichos del mar, os la enseño, por supuesto:
Conclusión
Como habéis visto todo tiene una pinta excelente y el único «pero» del sitio ya os lo he comentado. Como añadido os puedo decir que el sitio no es una maravilla, el paso de los años ha dejado su marca en este restaurante, no esperéis un sitio lujoso ni bonito. Lo que si podéis esperar es una magnífica atención y por si no ha quedado claro, una comida excelente. La cuenta final ascendió a unos 40€, nosotros siempre cenamos con vino, así que puedo decir que este precio está sin duda por debajo de la media. Sólo me queda recomendar este restaurante, y si estás a fin de mes siempre puedes ir a probar sus tapas, que es uno de nuestros sitios favoritos. Os dejo con la valoración final.